Ramadán: una gran oportunidad educativa

Con la llegada del mes de Ramadán, los musulmanes hacemos grandes cambios en nuestras vidas. Modificamos nuestro horario de comida y de sueño, acudimos a las mezquitas con más frecuencia, dedicamos más tiempo a las adoraciones, nos acordamos más de la gente necesitada, etc. Todos estos cambios suponen una gran oportunidad para educar a los pekes de la casa. ¿Cómo podemos aprovechar esta ocasión para implementar valores en nuestros hijos? ¿Qué ideas debemos transmitirles en este bendito mes?

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Lo primero, que deben realizar los padres para trasladar a los hijos la grandeza del mes de Ramadán, es hacerles sentir que algo muy importante se acerca. Es decir, dar la bienvenida a Ramadán de una forma muy especial, la misma con la que recibimos a un querido invitado. Unos días antes de este bendito mes, es muy recomendable hacer partícipes a los hijos en la decoración de la casa, la preparación de un programa especial para aprovechar el tiempo, etc.

La primera pregunta que surge en la mente de un niño es: “¿Por qué sus padres dejan de comer y beber durante el día?”. Sin duda, este es un momento ideal para sembrar, por ejemplo, en el corazón del pequeño la solidaridad con los pobres. En este caso, el peke entiende lo que es el hambre y lo siente, por lo que, además de explicarle que en el mes de Ramadán sentimos lo que siente la gente necesitada, es recomendable hacerles partícipes en los actos de caridad.

También es una ocasión para contarles que en el mes de Ramadán descendió el Noble Corán y explicarles que es el Mensaje que nuestro Creador nos ha enviado para guiarnos en nuestras vidas. Asimismo, en los momentos en que los padres dedican tiempo a recitar la palabra de Allah, es recomendable que el peke de la casa también tenga su pequeño Corán y tome la costumbre de cogerlo entre sus “manitas”.

Hacerles participar en las oraciones diarias puede ser la oportunidad de tener complicidad con ellos. Al finalizar la oración, el peke puede participar haciendo invocación (dua’a) por los demás en general, acción con la que se despierta su conciencia social.

Muchas son las lecciones que nos transmite el mes de Ramadán: la espiritualidad, la obediencia a Allah, la solidaridad, la generosidad, la paciencia, el valor del Noble Corán, la puntualidad, etc. Sería una pena no aprovechar este maravilloso mes para trasladar estos principios a nuestros hijos. Sobre todo, no debemos olvidar pedirle a Allah que nos ayude a educar correctamente a nuestros pekes ya que la súplica del que ayuna es concedida.

Y tú, ¿qué opinas?

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